En su intervención en la tribuna informativa que organiza Nueva Economía Fórum, García señaló como objetivo compartido “la prosperidad, la riqueza compartida y el diálogo social”, y defendió la manera en que el Gobierno español ha afrontado la crisis económica derivada de la pandemia de covid-19 y la guerra de Ucrania.

También propugnó “un papel mucho más activo del Estado y las instituciones públicas” en el impulso de la economía, particularmente, en lo que respecta a Euskadi, en el desarrollo industrial, después de que este sector haya reducido a la mitad su peso en el PIB en beneficio del turismo, que ya representa un 7% del mismo.

En este sentido, señaló que muchas grandes empresas están trasladando sus sedes a Madrid por el “dumping fiscal” de esta Comunidad, y denunció la falta de inversión en I+D+i, que no llega al 3% recomendado por la UE sumando contribución pública y privada, por culpa, según ella, de las “políticas desfasadas y poco ambiciosas de este Gobierno vasco”.

Otro aspecto en el que incidió, desde el “marcado carácter laborista” de Sumar, fueron las condiciones laborales, para lo que reclamó un pacto vasco entre los agentes sociales para subir los salarios, así como por la igualdad entre sexos y la conciliación, y así aunar la competitividad con el bienestar social. “Debemos evitar caer en una autocomplacencia que creemos que ha lastrado mucho la ambición de las políticas del Gobierno Vasco”, conminó.

Finalmente, la candidata de Sumar abordó el tema de la transición ecológica, donde “no podemos seguir pensando en soluciones cortoplacistas” ante la emergencia climática, porque además este sector puede ser una fuente de 30.000 empleos.

En este sentido, lamentó que el País Vasco sea “la comunidad autónoma con menos proyectos en energías renovables en tramitación”, con apenas un 0,25% de las iniciativas, y denunció que la ley autonómica “aprobada con muchísima prisa electoral” favorece “un marco retardista”, que demora la adaptación de las empresas.

Por todo ello, García propuso “una nueva estrategia vasca” para la transición ecológica pactado entre los grupos políticos, los actores económicos y los agentes sociales, que lleve a que en 2030 el 100% del sistema energético se nutra de energías renovables. Preguntada en el coloquio por las infraestructuras, apostó por las ferroviarias y no por “estructuras faraónicas” en zonas protegidas como el nuevo museo Guggenheim en la reserva de Urdaibai.