Durante un encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Barcelona, Carrizosa sostuvo que la primera medida económica que su formación propone para Cataluña es “acabar con el 'procés'”. 
 
El proceso independentista, subrayó, ha causado “una decadencia evidente en la economía y en la sociedad catalana”, ya que “el dinero y las inversiones huyen de la inestabilidad política y de la inseguridad jurídica”. 
 
En la misma línea, el candidato esgrimió que miles de empresas han cambiado su sede a causa del movimiento independentista, y enumeró casos como los de Abertis, Planeta, Catalana de Occidente, Codorníu, Pastas Gallo, Colonial, CaixaBank o Banco de Sabadell. 
 
A este respecto, apuntó que “por mucho que, desde la Generalitat de Catalunya, e incluso desde el Gobierno de España se les invita a volver, no han querido volver”, y pese a las amenazas con sanciones y multas, “no van a volver mientras el ambiente en Cataluña no se normalice y no se apacigüe y no se estabilice y no tengamos seguridad jurídica de lo que va a pasar en nuestra autonomía”. 
 
Carrizosa consideró “lamentables los índices de huida de la inversión extranjera” y explicó que que en el período de 2000 a 2016 Cataluña concentró el 18, 2% de toda la inversión extranjera que llegó a España y, en cambio desde 2017 a 2022, dicho porcentaje cayó hasta el 11,3%. 
 
Por ello, confió en que Cataluña vuelva a ser “la locomotora de España”, y subrayó que solamente “la resiliencia de nuestra empresa y de los trabajadores y de la gente” está permitiendo contrarrestar “este efecto maléfico que están jugando las instituciones y la política en general sobre la actividad económica en Cataluña”. 
 
CRÍTICAS A LA AMNISTÍA 
 
El candidato de CS arremetió duramente también contra la ley de amnistía para los implicados en el 'procés' que se tramita en las Cortes, ya con ella “se habrá subvertido el principio de igualdad y del Estado de Derecho en Cataluña”. 
 
Para Carrizosa, su validación significará que unos políticos han amnistiado a otros políticos “les han quitado las responsabilidades penales para continuar en política unos y otros: es una forma de corrupción”. 
 
Además, afirmó que de esta forma se consolidará “la existencia de una casta de intocables”, formada por “aquellos políticos que cometen delitos a sabiendas de que otros políticos se los van a perdonar”. 
 
A futuro, dijo, “si a esas personas que tanto daño hicieron se les valida su relato de que el Estado hizo mal y de que han sido reprimidos por un Estado con tintes antidemocráticos” se producirá una quiebra del principio de autoridad.